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2012/06/23

Mari

Los gitanos en Nabarra


Los gitanos en Nabarra
Txisppy


El primer documento, concretamente un recibo, que hace constancia del Pueblo Gitano en Nabarra data del 27 de abril del año 1435. En él nos cuenta como Tomás, conde de Egipto Menor, acompañado por un grupo de 50 personas de etnia gitana, fue recibido en el castillo de Erriberri por la reina de Nabarra, Blanca de Evreux, la cual les hace una donación de 36 libras. Pese a no tener constancia por escrito, es más que probable que los gitanos ya utilizaran años antes el camino de Santiago, siendo el Reino de Nabarra uno de los primeros, sino el primer Estado peninsular en recibirlos.

Tras la conquista de Granada por parte de los reyes Católicos, Fernando de Aragón  y su mujer Isabel de Castilla y León, estos reyes españoles llevan a cabo una política homogeneidad cultural y religiosa, matizándose primero en la expulsión de los judíos  en el año 1492 y después la expulsión de los mudéjares en el año 1502. Como no podía ser de otra forma, esta política racista afecta decisivamente a los gitanos. Así en el año 1499 se promulga por parte de los reyes españoles la Primera Pragmática Antigitana. Esta cédula real expedida contra “los egipcianos y caldereros extranjeros”, emplazándoles para que en el plazo máximo de dos meses, tomasen asiento definitivo en el lugar elegido, debiendo expatriarse en caso contrario, so pena de cien azotes y destierro perpetuo.

Ante esta política intolerante y racista llevada a cabo por los reyes españoles, el Pueblo Gitano se ve obligado a abandonar el incipiente Reino de España, recibiendo asilo, entre otros Países o Estados, en el Reino de Nabarra.

Tras la ilegal, violenta, sanguinario e ilegitima invasión del Reino de Nabarra por parte de las tropas españolas del año 1512, el futuro de los gitanos en la Nabarra surpirenaica se veía de nuevo ligado a los designios imperiales, fanáticos y racistas del rey español Fernando II de Aragón.

Esta política racista y discriminatoria contra el Pueblo Gitano se verá continuada durante los sucesivos reinados de los soberanos españoles de la Casa de Austrias o Habsburgo. Es en este contexto de represión a la totalidad de la Nación nabarra del sur del Pirineo, cuando encontramos el primer texto legal contra la etnia gitana asentada en el Reyno, por el cual se prohíbe la estancia de los gitanos en la colonia peninsular de Navarra. Concretamente data del año 1549, y dice lo siguiente:

“(…) pide a las Cortes de Tudela que una vez hallados dentro de Navarra se les den 100 azotes y se les expulse”.

20 años después, se dicta una Ley que escudriña un criterio de diferenciación entre los pobres verdaderos y los gitanos, a los cuales se les acusa de “vagabundos y viciosos”, dados al fraude y a las triquiñuelas. Una acusación perpetuada durante varios siglos, siendo los gitanos el blanco de las iras de los virreyes españoles asentados en la Nabarra peninsular y de todos los agentes colonizadores. Este San Benito que perdura hoy día y  lamentablemente extendido en la sociedad del siglo XXI y que soportan los gitanos en la Navarra reducida y residual, en la mayoría de los casos injustamente, aún a sabiendas de que hay mala gente tanto entre payos como entre gitanos, es finalmente un muro de intransigencia y discriminación hacia uno de los Pueblos más antiguos del Mundo.

2012/06/22

La historia que no nos enseñaron. Reflexiones en el 500 aniversario de la conquista de Navarra

La historia que no nos enseñaron. Reflexiones en el 500 aniversario de la conquista de Navarra
Mikel Burgui
  

   http://ujue-uxue.blogspot.com.es/2012/06/la-historia-que-no-nos-ensenaron.html?spref=fb


Este último sábado ha sido para recordar. Un hito en el que decenas de miles de navarros de todo lugar y condición han manifestado en la vieja Iruña que seguimos vivos, que la memoria permanece. Y esto me hizo recordar cosas.


Recordé que cuando crío, mi tía y mi padre leían de vez en cuando la Historia de Ujué del Padre Clavería. En ese libro se contaba que nuestro pueblo existe desde tiempos de Iñigo Arista primer rey de Navarra, y que los Carlos segundo y tercero, la reina Blanca y la reina Leonor, todos reyes y reinas de Navarra vinieron mucho a Uxue.. Mi curiosidad sobre la historia de Navarra se encendió desde entonces. Eran tiempos en que ya iba a la escuela… Inocente de mí creía que allá, en donde teóricamente lo enseñaban todo, también me enseñarían esa historia de cuando éramos un reino…

No sé a qué edad, pero en la escuela se nos hicieron inseparables dos libros: La enciclopedia Álvarez y el libro de España. Leyendo tales libros supimos quienes eran Fernando tercero el Santo y Alfonso el Sabio ambos reyes de Castilla, Jaime primero de Aragón y Sancho el Fuerte de Navarra, Guzmán el Bueno, Cascorro, Hernán Cortés, Pizarro y otros personajes de no se donde que nos ponían como ejemplo de buenos españoles.

Lo que no leímos ni nos explicaron fue como entró Navarra a ser parte de la tan alabada unidad española. Y ni palabra de los reyes de Navarra que aparecían en el libro sobre Ujué del Padre Clavería.

A mis diez u once años oí decir a una persona mayor que “fulano de tal, ya no sé quien, era más malo o mas traidor que el conde de Lerín”. Parece que según decían algunos, el Conde de Lerín fue “mucho traidor”. Por lo visto tan traidor como otro al que llamaban Maroto. Algo de especial y negativo tenía el Conde de Lerín para que se le recordara así casi cinco siglos después.…
Fue en esa época cuando me atreví a mangar un libro en la escuela. Un libro de los muchos que se almacenaban en el cuartico donde se guardaban los mapas. Era una historia de Navarra. Había una caja llena de libros de la geografía e historia de Navarra.
Lástima que no me apoderé de uno entero. El que elegí, quizás porque estaba más a mano, fue un ejemplar que no tiene tapas por lo que no sé quien fue su autor ni el año en que se editó. En él se explica brevemente la geografía de Navarra, su industria, su economía, sus carreteras, se relatan las leyendas de Teodosio de Goñi, la de San Virila, la de la Virgen de Ujué… Se habla de los monasterios de Navarra…. y finalmente la historia de Navarra.
Está escrito desde la óptica del nacionalcatolicismo imperante entonces, años de posguerra y franquismo.
En toda mi vida escolar jamás vi que se repartieran estos libros a los alumnos. A lo más llegué a ver a Don Ángel utilizando uno cuando nos hablaba de los montes, de los ríos y otras cosas de Navarra.
Tras leer ese libro en su apartado de historia, comencé a sentir ciertas contradicciones: Me sulfuró leer que Aragón y Castilla quisieron repartirse nuestro reino desde antiguo …. Y me enojé al ver cómo Castilla nos quitó las Vascongadas… Y me sentí disgustado cuando leí que Fernando el Católico y el Duque de Alba nos invadieron en 1512 y me escandalicé cuando leí que el Conde de Lerín les ayudó... ¡Entonces comprendí el porqué de aquel dicho de “ser mas malo o mas traidor que el Conde de Lerín”!
También leí que Cisneros mandó derribar los castillos de Navarra… Vaya, vaya. Cisneros. Así que ese tipo pudo ser el que mandó tirar el castillazo de Ujué.. De inmediato le cogí una ojeriza de aúpa al dichoso cardenal.. Y todo a pesar que este libro no deja de hablar de España como patria buena y su providencial destino como defensora de la verdadera Fe y como gloriosa colonizadora y evangelizadora de toda América.
Pasado el tiempo he comprendido el porqué de no repartir tal libro entre los alumnos… Y es que su lectura no ayudaba nada de nada en aumentar y fortalecer el Espíritu Nacional (español), asignatura obligatoria en la enseñanza franquista.

El libro que birlé de la escuela de Ujué. Se trata de una historia de Navarra de tiempos franquistas pero que por su contenido nunca se nos repartió..
Más tarde, a mis veinte años de edad pude profundizar en el conocimiento de la historia de Navarra por medio de un grueso volumen escrito por Carlos Clavería Arza en el año 1971. Fui a trabajar a Pamplona, allá conocí los escritos de Campion, la cartilla de Oloriz y otros textos que circulaban clandestinamente…

Pero volvamos al pasado sábado. Mi día comenzó acudiendo a la localidad de Getze, Salinas de Pamplona, para ascender hasta el monumento a la batalla de Noain.
Saludos con viejos conocidos, saludos con otros cuatro uxuetarras que viven en Pamplona.. Hasta que la gente congregada comenzó a subir hacia el monumento… ¿Cuantos éramos? ¿Quinientas personas? ¿Mil?

El pensamiento se va a otras fechas de hace 25 años… Escuela de Magisterio, Pamplona 1987. En diferentes días Jimeno Jurio, Manex Goienetxe, Tomás Urzainki Mina, Jon Oria Oses, José María Satrústegi y Francisco José Sierra Urzaiz disertaron en torno a los acontecimientos de 1512 y años posteriores. Podéis acceder a los textos de las diversas aportaciones pinchando
aquí..
A partir de ese año fue organizándose una marcha a finales de junio que comenzaba junto al antiguo Palacio Real de Pamplona, hoy archivo general, y que acababa en la cima del montículo llamado Mendi de Salinas de Pamplona.
En esa cima se recuerda el último intento de despachar a los invasores en 1521. Y se rinde honor a todo el que luchó para que el viejo reino pirenaico siguiera siendo uno más de los reinos y estados soberanos del mundo conocido.


Por varios años éramos muy pocos los que acudíamos a Getze. Cabíamos perfectamente alrededor de dos mesas largas de la sociedad del pueblo en la comida que se hacía luego.
Ahora al ver toda esta gente concentrada en torno al monumento, obra de Ulibarrena , nos sentimos satisfechos al comprobar que año tras año hay más gente, mucha más gente que vive y siente esta Navarra que sentíamos hace 25 años.


Y es que desde entonces una nueva y entusiasta generación de investigadores y gente enamorada de la historia local de cada pueblo ha ido trabajando en toda clase de archivos descubriendo cosas que anteriormente nadie nos había contado. Cosas que estos investigadores no se guardan para sí, y que difunden de manera que llegue de la manera mas comprensible al pueblo llano.
Seria prolijo enumerar a todos los historiadores que han trabajado este tema : Jimeno Jurío, Urzainki, Esarte, Monteaano, Roldán Jimeno, Adot, Aitor Pescador, Asirón…… y tantas y tantas personas más que desde las revistas comarcales y de cada pueblo, blogs de internet etc tratan de divulgar los conocimientos adquiridos.

QUINIENTOS ANIVERSARIO.
Por esa sed de saber, por ese conocimiento adquirido tras años de investigaciones, lectura y sentimientos ante las falsedades en que nos criaron y "educaron", no es una casualidad que decenas de miles de personas estuviéramos en la fabulosa concentración del pasado sábado en Pamplona.

El quinto centenario de la invasión y ocupación de Navarra ha sido el acicate que ha hecho que en infinidad de poblaciones se hayan dado y se estén dando charlas divulgativas.
Por eso ha sido especial el día conmemorativo de la batalla de Noain. Una columna salió desde el monumento al resistente hacia Pamplona. Y otras dos mas desde distintos puntos de la comarca.

Por la tarde acudí a la manifestación. Fui junto a varias personas de Ujué, Tafalla y la comarca. Miles y miles de caras conocidas y otros miles de gente joven y entusiasta y una marea de banderas rojas a nuestro alrededor... y estandartes con el nombre de los pueblos... Era emocionante ver a la roja, la auténticamente nuestra, la bandera de Navarra por doquier...



Y es que pese a quien pese, y aunque lo esencialmente nuestro no tenga sitio ni en la enseñanza ni en los medios de comunicación, cada vez hay más gente que lee estudia, investiga y divulga lo que no nos enseñaron: La historia de nuestra tierra. La historia de Navarra, que geográficamente fue más extensa que lo que es, y que merece ser contada desde nuestro punto de vista que ha de ser navarro ante todo.

Las intervenciones que hubo desde el estrado fueron interesantísimas .. Destacaré la encendida alocución del representante venezolano.
Y la presencia de letreros donde se representaban los nombres de países que una vez fueron colonias españolas y que se emanciparon.



........................

NOTA FINAL Como veréis en uno de los comentarios a este articulo, el historiador y bibliotecario Mikel Zuza, seguidor de este blog e insigne bloguero
de Crónicas irReales de Navarra, donde da rienda suelta a su envidiable imaginación literaria, me informa que el autor del libro de texto escolar que menciono al principio es Julio Gúrpide Beope, se titula "Geografia e Historia de Navarra" y que fue editado por la editorial Aramburu de Pamplona en 1944. Muchas gracias Mikel.

2012/06/17

Las cadenas, armas de [la colonización de] Nabarra

Las cadenas, armas de [la colonización de] Nabarra
Iñigo Saldise Alda

Es por todos bien sabido, que los símbolos son importantes para el ser humano, ya que finalmente son la forma directa de visualizar las ideas, las creencias, las intenciones y la pertenencia a grupos y Naciones. Cuando se cambia un símbolo es importante, porque da a entender una manifestación de intenciones en aquel que lo hace. Cuando los emblemas han asumido siglos de pertenencia, es bastante posible que hayan aglutinado niveles de trascendencia de los que el nuevo o modificado símbolo carecerá con toda y absoluta seguridad, sirviendo para vaciar un distintivo de su original significado, e incluso utilizándolo para significar lo contrario de lo que ha venido haciendo hasta ese momento. El elemento simbólico de mayor significación e importancia existente en Nabarra, ha sido, es y será, su escudo.

Pero… ¿Ha sido cambiado o modificado nuestro escudo a lo largo de la historia?

Si nos atenemos a las directrices expuestas en el año 1982, las cuales a día de hoy no han sido modificadas desde la actual [colonial] institución [española] existente en [la] Nabarra [reducida y residual] (C.F.N.), encuadrada indiscutiblemente en su continuada labor [colonizadora y] de auto legitimación histórico-política de la [ilegal invasión militar y posterior ilegítima] anexión española del Reino de Nabarra del año 1512[-1521], comenta de forma oficial [española] lo siguiente con respecto al escudo de Nabarra:

"El escudo de Navarra está formado por cadenas de oro sobre fondo rojo, con una esmeralda en el centro de unión de sus ocho brazos de eslabones y, sobre ellas, la Corona Real, símbolo del Antiguo Reino de Navarra".(sic)“Esta descripción corresponde al escudo histórico de Navarra -cadena de oro sobre fondo de gules- que tiene su origen en el escudo de armas que el rey navarro Sancho VII el Fuerte adoptó como propio en 1212, tras la victoria de los reyes cristianos de Navarra, Castilla y Aragón, contra las tropas musulmanas, sucedida en las Navas de Tolosa (actual provincia de Jaén), dentro de la reconquista de la península. Las cadenas representan a las que rodeaban la tienda del rey moro Miramamolín el Verde y que Sancho el Fuerte rompió con su propia espada. Y la esmeralda central representa la que el rey moro vencido llevaba sobre su turbante”.

Posteriormente, concretamente en el año 2002, La Dirección General de Cultura [de la colonial C.F.N.] conocida como Institución Príncipe de Viana, publico una nueva edición de El Libro de Armería del Reino de Navarra, de la que son coautores el afamado heraldista, genealogista y sigilografista [español] Faustino Menédez-Pidal de Navascués y el historiador [navarro] Juan José Martinena Ruiz. El origen de esta obra data del año 1575 y su realización está basada en un libro anterior realizado por los sucesivos Reyes de Armas del Reino de Nabarra, más concretamente de la familia Del Bosque (Juan y Gracián), que fue sustraído en circunstancias nunca aclaradas hacia el año 1557. En este libro se nos explica que el escudo de Nabarra es:

“De gules, carbunclo cerrado pomelado de oro con una esmeralda verde (en forma de losange) en abismo. Timbrado por una corona de tres florones.

El termino carbunclo es con el cual fueron blasonadas las armas de Nabarra en los armoriales europeos desde la segunda mitad del siglo XIII, es decir, tras la batalla de las Navas de Tolosa del año 1212. Como podemos comprobar no se menciona por ningún lado las cadenas, aunque si se nos habla de una esmeralda verde. Entonces… ¿Cuándo, como y lo más importe, por qué fueron introducidas las cadenas?

Antes de responder a estas preguntas, debemos observar las referencias a las armas de Nabarra más antiguas, las cuales son las comprendidas entre los años 1275 y 1285, en diversos armoriales franceses e ingleses, y que añaden algún adjetivo para describir los botoncillos o pomas que se representaban a Teobaldo II de Nabarra, como charboucle besancié, por su similitud con la figura de los besantes o bezantes, monedas bizantinas. El carbunclo, sinónimo de rubí, era en el abreviado medieval una piedra que se imaginaba luminosa en la oscuridad cual carbón encendido. El Conrado de Würzburg, al describir las armas de Nabarra, lo describe como un rubí rojo, aunque a finales del siglo XIV, el color se trocará en esmeralda verde. En el armorial llamado Urfé, creado entre los años 1360 y 1370, se blasonan las armas de Nabarra de la siguiente forma:

“(…) de Navarre: de gules a lescarboucle dor pommelee alumee de sinople en lamoyenne en guise désmeraude”, es decir, “(…) de Nabarra: de gules (rojo) un carbunclo de oro (amarillo) pomelado iluminado de sinople (verde) en el medio a manera de esmeralda”.

Incluso ya entrado el siglo XV, El castellano [por ende español] marqués de Santillana las describe de forma poética, en la Comedieta de Ponza, a las armas de Nabarra como:

“(…) amarilla gema pomelada...e cada qual poma de nudos ligada, de verde carbuclo al medio esmaltada (…)”


En ninguno de estos casos se mencionan las cadenas como armas de Nabarra y lo más importante, tampoco aparecen representadas en las fachadas exteriores de Palacios y Castillos nabarros, paredes interiores de las iglesias y catedrales existentes en el Reino, en los sellos de nuestros reyes, en el libro de Armería del Reino de Nabarra, incluso en descripciones extranjeras, etc., etc.

Además, para más inri, debemos tener presente y saber que el rey nabarro Sancho VII el Fuerte, tras la batalla de las Navas de Tolosa del año 1212, no introdujo ningún cambio en su emblema personal (¿y a través de él del Reino de Nabarra?), como exponen desde la institución [colonial y española] de la C.F.N. ya mencionada, pues al menos dos años más tarde sigue grabando en su nuevo sello el águila negra en el escudo de la figura ecuestre añadiendo en el reverso de sus sellos  bajo cada una de las garras del águila un pequeño león.

La primera imagen del escudo de Nabarra donde se aprecian realmente las cadenas, data del año 1592, ya con la Contrareforma Católica completamente asentada en el Reino de España [y los territorios de la colonia de Nabarra al sur del Pirineo]. Es concretamente en una tercera redición de la obra de Carlos de Trastámara y Evreux, príncipe de Biana, titulada Crónica de los Reyes de Navarra. Actualmente se desconoce a la persona [(¿española tal vez?)] que realizó esta tercera redacción, ampliando y refundando nuevas crónicas no exentas de errores e inexactitudes, mostrando además grandes diferencias formales y textuales a las de la segunda redacción en la que se basó, que fue realizada por Diego Ramírez de Avalos de la Piscina en el año 1534, el cual ya amplio [y modifico] la original Crónica del príncipe de Biana realizada en el año 1454, llegando a alargar la crónica hasta su época. Solo se mantiene fiel el prólogo con respecto a la Crónica del príncipe de Biana, al igual que el resto de copias conservadas de ese mismo siglo XVI.

Posteriormente en los territorios soberanos del Reino de Nabarra existentes al norte del Pirineo, más concretamente en el año 1605, se editó una breve historia del Reino de Nabarra. Este manuscrito está decorado, entre otros, por el escudo o blasón de Nabarra, el cual mantiene el carbunclo de oro pomelado sobre fondo de gules, con bloca de sinople en abismo redondeado.

No sería hasta el reinado de Louis XIV de Francia [el cual era el heredero de Louis XIII, quien había entrado a sangre y fuego en el Reino soberano de Nabarra y realizó unilateralmente el ilegal Decreto de la Unión en el año 1620], con la Contrarreforma Católica también ya asentada completamente en el Reino de Francia [y en la colonia de Nabarra al norte del Pirineo], cuando aparecen por primera vez las cadenas como símbolo de Nabarra en los escudos del Reino de Francia, con las debidas particularidades llevadas a cabo por los heraldistas franceses.

2012/06/10

Independentzia

Navarra en 1512, una fecha actual

Navarra en 1512, una fecha actual
Emilio Monjo Bellido
Navarra en 1512, una fecha actual
España, para conservar su identidad, debe librarse de cualquiera que se presente libre de la sumisión al papado. Esa es nuestra Historia desde el siglo XVI.

La conquista del reino de Navarra en 1512 es un acontecimiento actual. Su significación está incorporada a nuestra realidad presente. España solo despegará si reconocemos cómo “pegó” las partes de su mapa, y al reconocerlo, “despeguemos” los artificios interesados para que cada cual en su tierra y en su historia podamos unirnos en la concordia de la libertad, sin necesidad de acudir a una unidad nacional de pega, conservada a base de pegarnos a muerte hermanos con hermanos, vecinos con vecinos.

Tan actual es la fecha, que la posición institucional “celebra” la conquista como un acto de liberación . Siguen queriendo “liberar” al reino de Navarra con las tropas castellanas y activos militares de la zona. Libros, folletos, congresos, forman el nuevo ejército de ocupación. La imagen del castillo de Amaiur se actualiza: 10000 libros, folletos y actos institucionales, bien financiados y pertrechados, contra 200 libros y actos por la legitimidad. Pero en este caso no será como en 1522. Amaiur se mantiene. Dispone de unas armas excepcionales: documentación. (Lean sobre Amaiur, es muy revelador. Sobre documentos respecto a la impostura de la conquista, les recomiendo: Álvaro Adot, Navarra, julio de 1512. Una conquista injustificada, Pamplona, Pamiela, 2012.)

Aunque en voz baja se admita el difícil encaje de la conquista (excomunión de sus reyes y el subsiguiente derecho de conquista, participación en el concilio de Pisa, falsificación de documentos, etcétera), se da por buena, para Navarra y para España, pues así se mantuvo la sujeción al papado: esencia de todo bien y libertad nacional. Con ello se libró Navarra y España de la infección herética del protestantismo, convirtiendo los Pirineos en cordón sanitario .

La cuestión navarra pasó de ser un asunto de reinos y reyes, a otro de ideología frente a lo que ya se daba en Europa: la Reforma Protestante. Navarra se convierte en valladar contra la Europa protestante, que tenía en la parte pirenaica del reino precisamente un núcleo fundamental de la misma.

El reino de Navarra fue libre, junto con los otros estados soberanos de sus reyes, en un contexto protestante (Juana de Albret/Labrit y su hija Catalina de Borbón). Conservando esa condición incluso ante el ímpetu unificador de su primer rey que lo fue de Francia (=Enrique III de Navarra y IV de Francia), y perdiéndola definitivamente en 1620 por la conquista, sumisión e incorporación a la corona francesa por Luis XIII , ese rey con el alma religiosa y la mano política construidas por la “técnica” jesuítica. Fernando en 1512 lo primero que hizo fue instalar el tribunal de la Suprema Inquisición, ante cuya jurisdicción los fueros quedaban fuera.

Fuera sus reyes legítimos, fuera sus fueros, pero bajo la autoridad pontificia. Con Luis XIII, tanto monta, desmontó las leyes de tolerancia religiosa e instaló la obediencia al Supremo Pontífice. Por fin libres de la infección herética: la libertad de conciencia.

La acción maquiavélica de Fernando (término anacrónico para describirle, pero de plena significación, pues él es el arquetipo del príncipe tirano de Maquiavelo) conquista y somete la Navarra del Sur. La acción jesuítica de Luis conquista y somete la Navarra del Norte. La Alta o la Baja, ya lo mismo da, aplastadas en medio del baile “agarrado” del maquiavelismo y del jesuitismo. (=En castellano son términos que connotan inmoralidad, camuflaje ético, y desprecio de la libertad cristiana.)

España, para conservar su identidad, debe librarse de cualquiera que se presente libre de la sumisión al papado. Esa es nuestra Historia desde el siglo XVI. Sus mismos principios animan en el XIX la acción de D. Sabino Arana. El paso de la Historia llenó de polvo extraño el sacro suelo patrio. La identidad vasca: la sujeción absoluta a Ignacio, y con él al papado, estaba en peligro. Hay que liberar al país vasco. De nuevo maquiavelismo y jesuitismo unidos en bandera común. Una permanente “noche de san Bartolomé”.

Pero la gente libre resiste en un Amaiur permanente. Ahí estamos.

2012/06/08

Aro berria

El Prior de Uxue estuvo con el ejército navarro en la ocupación y defensa del castillo de Hondarribia. 1521-1524.

El Prior de Uxue estuvo con el ejército navarro en la ocupación y defensa del castillo de Hondarribia. 1521-1524.

http://ujue-uxue.blogspot.com.es/

Los Rada. Una familia de origen beaumontés, fiel a los reyes de Navarra Catalina I, a su esposo Juan de Albret y sus sucesores.
Casa palacio de los Rada en Murillo el Fruto
En un capitulo escrito hace unos años y en otro más reciente relatábamos en este blog la heroica figura de Pedro de Rada, alcaide del castillo de Murillo el Fruto en 1512.
 
Era septiembre de 1512 cuando Don Pedro de Navarra mariscal del Reyno se reunió en Uxue con los alcaides de los castillos de la comarca y decidieron rendirlos ante un enviado del ejército aragonés.
Eso no fue obstáculo para que en octubre de ese mismo año se alzaran de nuevo en contra del invasor.
La intentona no prosperó. Las consecuencias fueron fatales para Pedro de Rada. El alcaide del castillo de Murillo el Fruto fue apresado, llevado a Tafalla y según cuenta Garibay allá fue torturado y murió descoyuntado.
El linaje de los Rada
Foto: Desolado de Rada. Enclave originario del linaje de los Rada

Si hacemos un poco de historia tendremos que ir al hoy desolado de Rada para ver el origen de esta familia. Ver en la enciclopedia navarra.
El año 1455 el pueblo de Rada estaba defendido por Charles de Mauleon. Martín de Peralta, cabeza de los agramonteses, sitió el recinto y doblegó sus defensas. Entró a sangre y fuego y arrasó e incendió todas las casas. El lugar quedó destruido y no se volvió a poblar.
Los Rada de la rama de Pedro se trasladó a Murillo el Fruto y levantó casa en este pueblo. Los Mauleon se fueron a Traibuenas.
Aquí vemos que estos dos linajes, Rada y Mauleon eran claramente del bando beaumontés en esas fechas de la guerra civil del siglo quince.
 
Más tarde, en los años difíciles de la invasión castellano-aragonesa, los vemos fieles a los legítimos reyes de Navarra peleando claramente en contra de los intereses del levantisco Luis de Beaumont, conde de Lerín y defendiendo la integridad del reino en todas las ocasiones hasta la derrota final de 1524.
En 1512 vemos familias en otros tiempos beaumontesas peleando siempre en el lado legitimista y alzándose siempre que hubo oportunidad para despachar al ejército invasor. Claro ejemplo son los Luxa, Rada, Mauleon y los Lasaga,
 
Por eso no es exacto hablar de beaumonteses contra agramonteses en esta guerra de 1512-1524 contra los ocupantes castellanos.
 
Un Rada, Prior de Uxue.
En un pasaje del libro “La guerra de Navarra” de Pello Monteano se cuenta como en 1514 hubo un motín en Santacara en el que labradores de ese pueblo se alzaron contra los soldados castellanos que estaban arramplando y requisándolo todo. Este motín fue capitaneado por un tal Martín de Rada vecino de Mélida.
No se sabe lo que sucedió después. Seguramente hubo represión. Represión hubo en muchos sitios, siempre en contra de las familias de los legitimistas huidos o contra quien se alzó o protestó por el comportamiento de la soldadesca invasora.
Fracasó la intentona de 1516 en la que en nuestra zona hubo importantes movimientos en contra del ejército ocupante.

Hubo muertos en la población civil y jóvenes apresados y llevados en rehenes a cárceles lejanas. Pedro de Navarra, nacido en Tafalla y defensor del castillo de San Martín de Unx comandaba el ejercito que traspasó el Pirineo hacia el sur. Fue apresado en el valle del Roncal y años mas tarde fue degollado en el castillo de Simancas.
 
Los Velaz de Medrano, defensores de Santacara y Ladrón de Mauleon defensor de Miranda pudieron escapar y los veremos luego en Noain y en el castillo de Amaiur.
 
A pesar de que el invasor derruyó los castillos de nuestro reino para dejarnos sin defensas,en 1521 Navarra entera se alzó y el pueblo y el ejército fiel a Enrique III de Navarra pudo reconquistar la independencia perdida.
Fue por poco tiempo. En Tafalla se formó un ejército con gente de Tudela, nuestra comarca y el llegado del otro lado del Pirineo pero no pudo llegar a tiempo y unirse al que estaba peleando en Noain. De haber podido llegar, esta batalla quizás hubiera cambiado de signo.
El ejército navarro se replegó. Posteriormente los navarros ocuparon Amaiur y sitiaron Fuenterrabía en cuyo castillo se mantuvieron tres largos años hasta 1524…
 
Al final, agotados tras resistir el asedio, la rendición pactada con el ejercito castellano. A causa de esa rendición pactada se obligó a viajar hasta Burgos a varios de los navarros que estuvieron en Hondarribia,
El motivo, pedir y recibir el perdón de Carlos I de España. Por rendirse y pedir perdón, a los vencidos se les devolvía los bienes incautados pudiendo seguir disfrutando de sus cargos y prebendas anteriores a la invasión castellana.
Los nombres de esos defensores del castillo de Fuenterrabía que se rindieron aparecen en el siguiente relato del profesor José Luis Orella Unzue: Ver aqui
Burgos 3 de mayo de1524. “Entonces aparecieron presentes Don Pedro de Navarra,(hijo) Mariscal del Reino de Navarra, Señor de la Casa de Eusa y Don Francisco de Navarra, su hermano, Prior de Roncesvalles y Don Antonio de Enríquez, cuya es Ablitas e Francés de Ezpeleta, cuya es Peña e Miguel de Xabier, cuya es Xabier y el Doctor Martín de Rada, Prior de Uxue y el procurador de León de Ezpeleta, cuya es Ezpeleta y Gaspar de Ezpeleta, cuya es Celigueta e Johan de Urrutia, cuyo es el palacio de Urrutia e Vitor Mauleon, cuya es Aguinaga y Johan de Azpilcueta, cuyo es el palacio de Sada y el Capitán Petri Sanz y Arnau de Ozta y Vertol de Vayo e Johanes de Ganuza et Johan de Eraso et Pierres de Zozaya, cuyo es el palacio de Zozaya e Martin de Ollo e Johan de Lasaga, caballeros naturales del Reino de Navarra y vasallos de Su Majestad”

Entre todos estos nombres hay uno que me llama especialmente la atención: El del Doctor Martin de Rada, Prior de Uxue.
 
¿Es este Martin de Rada el mismo que vimos en la revuelta de los labradores de Santacara de 1514?
Lo que esta claro es que hubo un Martin de Rada que fue prior de Uxue. Eso demuestra que hubo gente de nuestro pueblo y de nuestra zona que peleó hasta el final.
 
Lo de recibir el perdón del rey de Castilla resulta chocante. Un agente extraño a Navarra invade el reino en 1512, se adueña de él y los legitimistas navarros que pelean por la continuidad de Navarra como reino independiente deben pedir perdón al ocupante…..

Y ese fue el método por el que poco a poco la nobleza de Navarra se fue sometiendo al intruso.
Así es la historia. Esa es la razón de la fuerza que no es precisamente la fuerza de la razón.
A poco que investiguemos seguro que en los archivos de cada pueblo aparecerán más datos en relación con lo sucedido entre 1512 y 1530.

De momento, prometo mirar algún día los documentos de esta época, si es que los hay, en el archivo de Ujué.

Tira Tasio

2012/06/06

KM Hitzaldi‏

Después del invierno...

Después del invierno...
Iñigo Saldise Alda

Desde que el Reino de Nabarra dejara de existir en los mapas políticos, primero europeos y posteriormente mundiales, los nabarros y las nabarras, generación tras generación, estamos inmersos en un crudo y frío invierno, al menos en cuanto a ser una sociedad independiente y soberana. Las continuas agresiones militares, que fueron amputando poco a poco el territorio del Estado vasco(n), se completaron con la ilegal incorporación de Nabarra a la extranjera Corona castellana, al Reino de España en el año 1515 y posteriormente una forzosa unión a la ajena Corona francesa, al Reino de Francia en el año 1620.


Por un lado los monarcas españoles juraron repetidas veces nuestros Fueros, pero con la misma celeridad que mostraron en jurarlos, se apresuraban a ignorarlos y no respetarlos. Durante casi un siglo en la Nabarra del norte de los Pirineos progresó maravillosamente nuestro Estado. Todos los Jefes de Estado del Reino de Nabarra, indiscutiblemente legítimos, reclamaron una y otra vez la devolución de los territorios ilegalmente ocupados por el ejército español y la liberación de sus moradores, los cuales estaban bajo el yugo totalitario de la Corona de Castilla.


Ante la posible llegada de la primavera en el año 1540, 28 años después de la invasión española, más concretamente en la antigua capital de Reino, Iruñea, ante un posible enlace matrimonial entre la princesa Juana de Albret o Labrit y el príncipe Felipe de Hausburgo o Austria, hijo del emperador Carlos I de España y V de Alemania, los beaumonteses realizaron un memorandum recordando al soberano Enrique II el Sangüesino, rey genuino de Nabarra, donde le detallaban cuáles eran algunas tierras nabarras que debía reclamar, a las que llegaría de nuevo la primavera, en forma de independencia y soberanía nabarra.


“Quanto a lo que pertenesce a V. Alteza, según lo que solía extender este Reyno antiguamente como es pública voz y fama que era señor de Guipúzcoa, Vizcaya y Alaba y mucha parte de Rioja, hasta el holmo de Burgos; como por la sepultura que antiguamente los reyes de Navarra tenían en Nájera y otras ciudades y villas que hoy en día parescen las armas de Navarra; anssí como en Logroño y en otros lugares y de poco acá se han borrado.(…)”.

Desde entonces han sido varios los pasajes de rebeldía e insurreción en que nuestro Pueblo ha creído vislumbrar la hermosura de la primavera. Pero el invierno en forma de represión socio-política y cultural se ha ido recrudeciendo. La desaparición del Reino de Nabarra a ambos lados del Pirineo sumergió en un invierno salvaje e inhóspito al Pueblo vasco(n). La falta de independencia y soberanía ha sido patente a lo largo de estos fríos años, de estos siglos helados.


En la actual C.F. de Navarra o sencillamente en la Nabarra reducida y residual, los nubarrones invernales han estado tapando cualquier espacio al astro rey, al sol. Han cubierto durante estos siglos y casi por completo, cualquier atisbo que puede dar paso a la tan ansiada y liberadora primavera. Son oscuros y colonizadores nubarrones provenientes del norte y del sur, desde Paris y desde Madrid. Pero algo está cambiando y por ello me vienen las palabras de Pierre Narbaitz y de Lacarra:


“Para los Pueblos que no quieren morir, no existe un invierno definitivo”


Continuemos luchando para que la independencia y soberanía vuelvan a nuestro Estado, pues solo entonces alcanzaremos la primavera para nuestro País y nosotros y nosotras conoceremos lo que realmente es la libertad, con la alegría de decidir por nosotras y nosotros mismos el rumbo económico, político, lingüístico y cultural para nuestro Pueblo, para nuestra Nación Nabarra. Por todo ello, todos y todas, a Iruñea el próximo 16 de junio.



GORA NABARRA ASKATUTA!
GORA NABARRAKO ESTATUA!
GORA NABARRA OSOA!

2012/06/03

Romper las cadenas de Navarra y la Contrarreforma

Romper las cadenas de Navarra y la Contrarreforma
Emilio Monjo Bellido
 
 
España se “unificó” no por la expulsión del moro en Granada, sino por la conquista de un reino cristiano, el navarro.

02 DE JUNIO DE 2012
Cuando lean esto, d. v., ya se habrá realizado el Congreso Internacional sobre “La Conquista de Navarra y la Reforma Europea (1512-1620)”, previsto para el 31 de mayo y el 1 y 2 de junio, en Villava, pegado a Pamplona. Metan en un buscador Asociación Xavier Mina y les saldrá el programa y pormenores.

Se ha pretendido aquí reflexionar sobre asuntos en los que el lenguaje no siempre es un vehículo claro, al revés, tantas veces se torna en estorbo para comprender la verdad de las cosas. Ya sabemos que en el mismo inicio de la Historia la confusión y la muerte llegan por la confusión y la muerte de la palabra (= ¿Conque Dios os ha dicho …?). Para recuperar la memoria del pasado, de la Historia, nos encontramos no solo con la dificultad propia de la investigación sobre hechos ya lejanos, sino con todo lo que sobre tales acontecimientos se ha “hablado” o escrito. Hay que “escavar” no solo la tierra, sino el discurso con el que se ha ido cubriendo la verdad. Navarra es un modelo cercano de esto. Incluso su escudo es paradigma de equívoco interesado. El escudo inicial, que era un “escudo” con su refuerzo (señalado como carbunclo) se ha ido arreglando estéticamente hasta convertirse en cadenas . No pasa nada, si no se encadena el significado de la Historia.

Las cadenas del escudo idealizan a una Navarra cuyo rey, Sancho VII, pelea contra los moros en las Navas de Tolosa (y dicen que se llevó unos trozos de cadenas, y las “puso” en su escudo). Lo parejo de las fechas ha encadenado dos acontecimientos: julio de 1212, batalla de las Navas, con julio de 1512, conquista del reino de Navarra por Fernando el Católico. Al final suena una musiquilla que adormece. Lo que queda es “España” ( católica , dirán algunos) unida frente a los extraños. Se ha expulsado a los “invasores”. Lo que la “coalición” cristiana hizo contra los moros de Al Ándalus, se repite por Fernando contra el reino “extraño” de Navarra. Con el humo del opio cultural institucional, entrevemos un escudo navarro, símbolo de la unidad de los reinos cristianos de España contra los moros, y con el éxtasis final de la adormidera, a Fernando consiguiendo por las armas que Navarra “siga” como buen reino, liberado de sus malos reyes legítimos. Si alguno todavía no ve claro, se le coloca delante una bula papal, ordenada al efecto.

Ya sin adormidera. Fernando el Católico conquistó por las armas un reino cristiano libre. Y eso tuvo y tiene consecuencias. España se “unificó” no por la expulsión del moro en Granada, sino por la conquista de un reino cristiano. Con todo tipo de engaños. La unidad es el resultado de la mentira y la fuerza bruta. Y esto tuvo y tiene consecuencias. La Contrarreforma se nutre de lo que es esta conquista: mentira y fuerza bruta, en nombre del cristianismo (que para algunos ya es igual a iglesia de Roma) .

Ignacio, el mentor y brazo armado esencial de esa Contrarreforma, es herido en la muralla de Pamplona cuando sus legítimos soberanos la reconquistan, por un poco de tiempo, en 1521. (En sus biografías se cuenta que fue herido contra el “invasor francés”.) Al final queda un reino de Navarra legítimo tras los Pirineos, y otro conquistado y sometido en nuestro mapa. En ese reino libre de Navarra se dan frutos de libertad. Ahí podemos encontrar las consecuencias de la libertad de conciencia. Margarita de Navarra, su hija Juana de Albret/Labrit y otros personajes ejemplares. Con sus circunstancias difíciles, donde tienen que vivir la fe en medio de grandes oposiciones .

Sin entrar en otras consideraciones, en ese reino de Navarra, y los otros territorios de sus soberanos, se presenta en el siglo XVI la libertad de una conciencia libre (la Reforma) y la conciencia adormecida y esclavizada (la Contrarreforma) . Por supuesto, la Reforma tuvo y tiene que “reformarse” continuamente; no la ha hecho, y se ha muerto en muchos lugares, se ha convertido en contrarreforma. El ejemplo de Navarra en el XVI es un buen terreno para ver la energía de libertad de la Reforma, por eso sufrió, hasta hoy, tanta oposición de los que no la quieren. En 1620 acabaron con su libertad.

Propuestas. Una: Que se recuerde este suceso con sus consecuencias. Puede ser un buen tema para estudiarse en la celebración del Día de la Reforma este año . En algunos lugares se hará. Pero sería valioso que muchos lo tomaran en sus actividades como materia de estudio. Es “nuestra” Reforma. Recordémosla en el Día de la misma.

Dos: Ayudemos a que Navarra recobre su libertad . De pie, gente libre.

La próxima semana, d. v., les informo de cómo va la “desconquista” de Navarra.

2012/06/01

Todo por reescribir sobre nuestra historia. La necesidad del análisis de las causas y consecuencias de la conquista

Todo por reescribir sobre nuestra historia. La necesidad del análisis de las causas y consecuencias de la conquista  
Pedro Esarte Muniain
  

Quizás el título parezca exagerado, pero dentro de la ideología independentista, dependemos del exterior. Las resoluciones de conflictos entre partes enfrentadas, se han definido como problemas políticos, a solucionar diplomáticamente. Considero la diplomacia la mayor fábrica de subterfugios y base de los estudios, que servirán en los conocimientos para la educación, que no es lo mismo que enseñaza.

Pero en cada momento de una época cualquiera, la diplomacia de la política, ha sido convencer a sus interlocutores de la bondad de los hechos en la forma que su autor relata. El trabajo del gobernante ha sido y es convencer al contrario de las teorías o intereses propios, donde naturalmente entra el engaño. Y lo más peligroso es, que el interlocutor que medra, es el que asume el sistema, por lo cual tiene que reafirmar las tesis que lo mantienen.

Se trata de una realidad incontrastable, donde las preguntas crean vacíos: Al escribir la historia ¿podemos describir los hechos de forma amorfa, sin analizar a los responsables de las causas? ¿Fueron veraces los autores de los hechos, cuando ellos mismos dieron la información en su provecho? La deducción es que las versiones oficiales (y en muchos casos únicas), son obligadas doblemente, dado el interés que han conllevado y las estructuras montadas con ellas.

Naturalmente, cuando hoy se sopesan sus hechos como asentados históricamente y sus consecuencias se viven hoy (la unidad a Castilla, la monarquía, las prerrogativas del clero, etc.), la comunicación que nos ha llegado necesita una visión abierta, de cómo nos ha llegado la información, y se impone un estudio de las formas de comunicación empleadas y los objetivos buscados.

Verdades como templos han sido tergiversadas. En la época de los años 1450-1530, agramonteses y beamonteses, no existieron como grupos autónomos (sino en obediencia y dependencia de don Juan y don Carlos de Viana, sus banderas, y las de sus sucesores. La historia de la guerra civil continua, se ha manipulado a favor de quien provocó los acontecimientos. Durante la conquista de Navarra, la unidad de obediencia militar fue total. Los escritores coetáneos, no conocieron beamonteses ni agramonteses con dichas nominaciones. Hoy no se escribe sobre ellos, ni sin aludirlos como tales.

El “pacto” de 1841 no fue tal, sino una ley de Cortes; la Gamazada conllevó la caída de Gamazo, pero no eliminó la política de imposición del gobierno. El 1er cuarto de siglo XX, fue una época en la que el gobierno se fue imponiendo a base de leyes generales, que obligaron al Convenio Económico del año 1927. Ningún Convenio económico fue mejor que el anterior, sino que todos introdujeron nuevas facultades para el Estado, al tiempo que las perdía Navarra. Hecho tan concreto, no tiene correlación informativa de los hechos.

Desde 2007 se viene celebrando el 800 aniversario de la batalla de las Navas y el 500 de la ocupación del reino de Navarra, con relatos y conferencias que desvirtúan la realidad de los hechos.
Los “agravios” del Estado no se enseñan en las universidades; éstas se dedican a “educar”. La estanqueidad del sistema, también es contraproducente. Parece que la época de Franco fue un hecho muy anterior a nuestro tiempo, pero todavía hoy los académicos que examinan hicieron sus tesis con Franco. Por lógica de vida, no veo a estos doctores calificando a sus alumnos con tesis que contradigan las suyas.

Desde la Universidad hasta la más apolítica sociedad cultural necesita apoyos económicos para sobrevivir o ven limitados sus presupuestos por el sistema, que los juzgará políticamente. Es decir, se hallan sujetas a un status que, como cauce de comunicación, limita la información a la voluntad de quien ejerce el poder en el Estado. Y lo más grave es que sus directrices dependen de ese Estado que gobierna por las leyes generales y condiciona las subvenciones al paralelismo de sus planteamientos.

Desde los diferentes gobiernos de Navarra se ha venido modelando el relato de los hechos, a la convergencia de sus intereses, conservando sus gobernantes la ortodoxia más favorable al sistema establecido, e inherente a dar la imagen de la justicia y bondad de las jerarquías actuales, y consecuentemente de la suya propia.

La historia de Navarra tras su conquista pues, ha venido siendo escrita desde los parámetros de dicho rey católico y sus sucesores, ajustando los relatos según las necesidades del poder y de sus corifeos. Resulta irónico que Navarra haya pasado de ser reino y Estado a provincia autónoma, con una historia oficial, en la que siempre hemos ido engrandeciéndonos, con trastamaras, austrias, borbones, y sus sistemas imperiales, cesáreos y absolutistas. La falta de cambios estructurales para poder disentir de la versión única y manipulada ha hecho que la ortodoxia de los sistemas de la España Plus Ultra, haya impedido contrastar las épocas habidas hasta el presente.

Un importante teórico de la bondad de la conquista de Navarra ha escrito que en Navarra no hubo gran preocupación por escribir sobre su conquista, porque los relatores navarros no le dieron mayor importancia (y eso que me consta que conoce la existencia de prohibiciones para investigar, como le ocurrió a Oyhenart), le lleva a deducir que fue bien aceptada. Pero si echamos un vistazo también a la edición oficial de los jesuitas José Moret y Francisco Aleson, acordada por las Cortes de Navarra (todo dentro de la línea oficial), necesitaron siete permisos escritos y razonados por diferentes órganos (desde la misma Diputación a la Inquisición), para que se diera permiso y se admitiera su publicación.

La Historia que hoy está sin escribir es la silenciada por los gobernantes, que entre tanto, promueven, costean y publican oficialmente relatos parciales y sin el debido contraste. Desde 2007 se viene celebrando el 800 aniversario de la batalla de las Navas y el 500 de la ocupación del reino de Navarra, con relatos y conferencias que desvirtúan la realidad de los hechos. Esto mismo explica y aporta razones para contrastar fuera de las vías para-oficiales. Nos hallamos en plena ofensiva por mantener una versión que, a día de hoy se hunde por sus cuatro costados.

El sujeto actual de nuestro interés, Fernando de Trastamara, rey de Aragón y gobernador de Castilla en nombre de su hija, se montó una trinidad supra-natural que le sirviera de justificación de sus actos, hechos como necesidad. Su eje de poder lo basó en asentarlo a nombre de su hija, por la voluntad de Dios y a favor de la Iglesia. Hizo del sistema su manual irrebatible hasta para el papado, y así lo inculcó a sus embajadores, subordinados y adeptos.

No hace falta sostener como novedad que Fernando de Aragón, llamado por sus coetáneos “griffón” (animal fabuloso de grandes uñas) se valió de falsedades para obtener sus ambicionados propósitos. Lo descubrió tempranamente su coetáneo Maquiavelo y lo expuso como ejemplo de príncipe sin escrúpulos.

Sus actuaciones precedieron a las justificaciones posteriormente declaradas. La ocupación de Navarra fue preparada desde seis meses antes. Lo mismo se vio con las bulas para la invasión, cuya aplicación realizó antes de recibirlas. Rompió las conversaciones con los enviados navarros cuando al mismo tiempo mandó a invadirla a su general que ya tenía preparado. El “texto” del Tratado de Blois lo recibió antes de secarse los sellos prácticamente, desde una distancia de varios días. Cambió su auto-titulación de depositario del reino por la de ser rey “natural” al mes de haber asegurado lo contrario, etc.

Sus manipulaciones han sido ocultadas por la historia oficial, en versión bondadosa para su autor. Y sólo hablamos de las relaciones de Fernando con Navarra, y durante los hechos del corto período menor a un año. Fernando de Aragón actuó en total correspondencia con sus ambiciones. Tanto el rey de Inglaterra (su yerno) como el emperador (su consuegro doblemente) se llamaron a engaño con sus actuaciones, dobleces, marchas atrás y adelantos de actuaciones, malamente explicados.
El falso tratado de Blois sirvió a Fernando para difamar a los monarcas navarros y enfrentarlos con aquellos de sus súbditos que tenían intereses en Castilla. Luego acusó a los monarcas navarros, de agresores a sus reinos, precisamente los agredidos. Actualmente se trata de justificar desde las esferas oficiales, que lo ocurrido fue según los criterios y lógica existente en el siglo XVI, lo que vuelve a ser otra manipulación en defensa del sistema establecido. No se trata de justificar desde el relato, sino de relatar para el juicio de los hechos.

Constata Azcona cómo Fernando el católico preparaba psicológicamente a sus colaboradores. Con su personalidad maquiavélica más que habilidad diplomática, ocultaba a sus embajadores la verdad de sus planes, puesto que engañados, persuadían mejor a sus interlocutores: “Lo mismo actuaba en persona para ocultar sus intenciones. La afirmación se puede documentar con la preparación de la conquista de Navarra. Fue llevada a cabo durante meses a lo largo de la geografía castellana. Dicha preparación fue, ante todo, una campaña de opinión para conseguir de los pueblos sin resistencia, la prestación de hombres de guerra, de pertrechos y de bastimentos”.1

El falso tratado de Blois sirvió a Fernando para difamar a los monarcas navarros y enfrentarlos con aquellos de sus súbditos que tenían intereses en Castilla.

El engaño lo aplicó a su propio hijo, el arzobispo de Zaragoza, que pasó a los encerrados de Tudela la noticia de que el mariscal de Navarra, el prior de Roncesvalles y otros ya le habían jurado, creyéndolo verdad, y sin ser desmentido nunca. La falsa noticia todavía hoy se halla en vigor.
En el siglo XVI se carecía de los medios de comunicación actuales, pero por ello, no hemos de situarlos en inferioridad mental. Para mantenerse en el poder el uso de la comunicación era absolutamente necesaria. A partir de ahí, la única distancia existente es la de la ética individual o de grupos. Y para el alcance y mantenimiento del poder, los escrúpulos éticos carecen de sentido, cuando menos hasta el presente, y no creo que avancemos en la línea de corregirlo.

Resulta imposible resumir en un artículo, los planteamientos de cada hecho en sus versiones acertadas y desacertadas, por lo que me limito a dar la versión que estimo más acertada. El hecho es que versiones actuales, ni siquiera fueron realizadas por quienes las vivieron. Las demandas de las Cortes y del ayuntamiento de Pamplona, como instituciones esenciales y unánimes, cuando pidieron el juramento de sus reyes en presencia física en el reino al respeto a sus fueros, ya nunca fueron atendidos.

En el tema institucional no existieron parcialidades, sino que el ayuntamiento de Pamplona y las Cortes de Navarra tomaron sus acuerdos plenarios de forma unánime, sin ser atendidas ni por Fernando, ni por Carlos, ni por sus sucesores, acudieron a jurar los fueros para tomar posesión de la Corona, tal como prometieron. Se limitaron a ratificar los juramentos de sus virreyes, que asentaban en ellos su obediencia previa al monarca.

Todavía el año 1560, las Cortes de Navarra con acuerdo unánime, ofrecieron la Corona de Navarra al príncipe Carlos (hijo de Carlos I), para reinar únicamente sobre este reino, petición a la que tampoco fueron atendidos ni respondidos.2 Las múltiples versiones de respeto a nuestro Fuero y Derecho por los reyes, al “reino de por sí”, o la unión de “eqüe principal”, no se dieron.

Romper el silencio es para mí una obligación institucional. La búsqueda de obtener la aprobación de leyes propias fue infructuosa durante 200 años. Cuando finalmente se permitió publicar la aprobación de la hoy Novísima Recopilación Foral (de nulo sentido jurídico al presente), en 1725, permitiendo sólo las leyes posteriores a la conquista. Los redactores por Navarra intentaron hasta el año 1716, introducir la ejemplar Unión de Pamplona, obtenida como privilegio de Carlos III el año 1423, sin conseguirlo a pesar de la unánime aprobación de hacerlo de toda la sociedad de Navarra, desde sus instituciones de Cortes y del Regimiento de Pamplona. El ansia mostrada por tener leyes propias, y de la continuada labor desarrollada, al par de las impresentables excusas para no realizarlo, es recogido (aunque sin profundizar en las causas y su crítica), en un trabajo actual.3

Todo un reto para animar a la investigación en busca de la realidad histórica, entrando al análisis de las causas y causantes de impedir a los navarros y su comunidad social poseer leyes propias en y de Navarra. En tanto no se asienten estos y otros hechos reales, nos hallamos a falta de cimentar nuestra propia historia.

1AZCONA (1994), p. 287 y n. 10 y 11. Cita a Saavedra Fajardo, en Idea de un príncipe político cristiano representado en cien empresas, p. 692. Valencia 1662.
2ESARTE MUNIAIN Pedro Represión y reparto del Estado navarro (siglos XVI y XVII) La nación vasca, expolio franco-español PAMIELA 2007.
3GOBIERNO DE NAVARRA El fuero reducido de Navarra 1989, Vol. I, pp. 21-94.

"El Derecho internacional, todavía hoy, reconoce a Navarra como nación"

Congreso sobre la conquista de navarra

"El Derecho internacional, todavía hoy, reconoce a Navarra como nación"

Tomás Urzainqui, historiador y presidente de la Asociación Xavier Mina, ejerció ayer como primer ponente del congreso.

Álvaro Adot, Pello Esarte y TOmás Urzainqui, en un momento de la primera jornada dle congreso-

Pamplona. Tomás Urzainqui, historiador y presidente de la Asociación Xavier Mina, ejerció ayer como primer ponente del congreso con su conferencia La independencia de Navarra en los tratados internacionales.

¿Por qué ha elegido precisamente los tratados internacionales tras la conquista como tema para su ponencia?

Por que del estudio de los textos jurídico políticos en los tratados internacionales se constata la independencia y la relación de Navarra, en igualdad, con el resto de Estados. Eso supone un reconocimiento mutuo de la independencia de los otros países y de Navarra. Sí es cierto que después de la conquista Navarra se convierte en un sujeto político pasivo de la política internacional, pero lo importante, el descubrimiento, es que existe como sujeto pasivo incluso a partir del siglo XVII.

Además de ese reconocimiento como nación, ¿a qué otras conclusiones ha llegado tras el estudio de los citados textos?

Principalmente que Navarra, en la Historia, no era una especie de territorio perteneciente a la Corona de Castilla o a los reinos hispánicos, no era algo dependiente de una antigua monarquía visigótica como se ha pretendido; una visión que ha sido el sustrato ideológico del expansionismo castellano. Con el examen de los tratados y de las relaciones internacionales se demuestra que Navarra era una realidad europea que incluso iba a los concilios de la Iglesia, que funcionaban como si fueran asambleas de las naciones europeas de la cristiandad. Los convocantes del concilio convocaban de pleno derecho al Reino de Navarra y a sus Cortes, invitación que implicaba un reconocimiento.

¿Cuáles han sido los principales tratados a los que ha hecho referencia?

Me he centrado en una época que va desde 1479 hasta 1620, que son los 150 años en los que se consolida el Estado pirenaico de Navarra-Bearne, territorio soberano que no reconocía a ningún soberano por encima de ellos. Mi ponencia la he dividido en dos fases: los tratados de paz previos a 1512, el primero de los cuales es el de Alain de Albret, en el que se pacta un respeto mutuo, es decir, que Navarra no va a favorecer la invasión de los reinos de Castilla y que, a su vez, los reinos de Castilla no van a invadir Navarra. En la segunda fase de tratados, que va de 1512 hasta 1526, se suceden una serie de acuerdos en los que se trata de conseguir que las potencias, sobre todo Francia, cumplan la promesa que habían firmado de ayudar a Navarra si se producía una agresión de otra potencia extranjera. En estos tratados, como el de París de 1515, los reyes de Navarra pretenden recabar la ayuda de Francia; y, de hecho, Francisco I llegó a comprometer su ayuda. En este sentido, los intentos de reconquista, sobre todo los de 1516 y 1521, fueron acompañados de gestiones diplomáticas y de tratados internacionales; es decir, no solo son el inicio de una reconquista militar, sino también el inicio de una movilización diplomática. En resumen, la primera fase sería los tratados de paz y la segunda corresponde a la Navarra independiente, que se vuelve a consolidar, y su participación en las relaciones internacionales, de la mano de Enrique II o Juana de Labrit.

¿De qué forma todo ese conocimiento y reconocimiento de Navarra como Estado internacional se puede trasladar y analizar desde la presente Comunidad Foral?

Lo importante es que todavía hoy Navarra es sujeto político pasivo en Europa, y para probarlo basta con hace referencia al tratado vigente entre España y Francia sobre la frontera del Pirineo, que es de 1856, y dice literalmente que se han estudiado los derechos privados y políticos, existentes antes de la separación de las dos Navarras para la redacción del tratado. Algunos tratan de alguna manera de dibujar proyectos políticos sin darse cuenta de que hoy, el derecho internacional está reconociendo por activa y por pasiva la existencia de la nación; es decir, no se trata de construir o de inventarla, esa nación existe con sus instituciones, con su constitución y con su lengua.

http://www.noticiasdenavarra.com/2012/06/01/ocio-y-cultura/cultura/el-derecho-internacional-todavia-hoy-reconoce-a-navarra-como-nacion

NABARRAKO ERESERKIA

Nabarra, reflexiones de un Patriota

Reflexiones de un Patriota by Iñigo Saldise Alda

ASKATASUNA = Baskoinak x Nafar Paradigma

"PRO LIBERTATE PATRIA GENS LIBERA STATE"

"Aberri askearen alde jende librea jaiki"

"De pie la gente libre a favor de la libertad de la patria"

Navarre shall be the wonder of the world

by WILLIAM SHAKESPEARE

EUSKARA-LINGUA NAVARRORUM

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©NABARTZALE BILDUMA 2011

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