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2009/08/20

Iruinea, agosto de 2009


Iñigo Saldise Alda
Agaramunt: De Agramont a Gramont
Soberanía de Navarra

La baronía de Agramont(1), procede de una separación del vizcondado de Akize, que fue consumada durante la primera mitad del siglo XI. El primer barón o señor de Agramont, de Garris, de Bergouei y de Eskoz, fue Bergon I Garces, segundo hijo del vizconde de Akize, Garcia Arnalt, quien desmembrará definitivamente esas tierras del país de Mixe en el año 1040, cuando era el rey de Pamplona, García III Sánchez el de Nájera.

En el año 1050, el señor de Gixune y el señor de Agramont, firmaron un tratado por el cual, la primera se coloca bajo la protección del Señor de Agramont, sito entonces en Bidatxe. Posteriormente y como resultado de muchos enlaces matrimoniales, las casas de Gixune y Agramont se unen, pasando el castillo de Gixune a manos de la casa de Agramont. Los señores de Agramont no tenían como primera residencia el castillo de Bidatxe, en el hermoso valle de Bidouze y preferían el castillo de Agramont(2), situado entre el ya Reino de Nabarra y el Vizcondado del Biarno.

A finales del siglo XI, las tierras de los Agramont, no pertenecían ni al recientemente creado Vizcondado de Biarno, ni al de Akize, ni a la Gascuña en poder inglés, ni siquiera al Reino de Nabarra, facilitado por la guerra existente entre todos ellos, el que mantuviera la casa de Agramont la soberanía del señorío de Bidatxe, pero ante la acometido inglesa, el señor de Agramont báscula hacia el Estado natural de los vascos, el Reino de Nabarra.

Es concretamente durante el reinado de Sancho VII el Fuerte, cuando el señor de Agramont firma la unión de sus dominios al Reino de Nabarra, alejándose de ese modo, de la órbita inglesa que controlaba casi en su totalidad la Gascuña desde el año 1152. Durante unas disputas por la herencia de la casa de Agramont, el tío del legítimo señor de Agramont, pide la asistencia de Eduardo de Inglaterra, duque de Gascuña, quien le trasfiere ilegítimamente todos los derechos, pero a pesar de ello, el señor de Agramont mantuvo todos los bienes que poseía en el Reino de Nabarra.

La defensa proveniente del Reino de Nabarra, facilitó la aceptación por parte del rey inglés de las reclamaciones del Señor de Agramont, sin embargo, esto obligaba al fiel navarro, a realizar un censo oficial de sus feudos y derechos, a fin de aclarar su posición y recalar el apoyo necesario en los que puede confiar. Para ello, rindió homenaje a Gaston VII del Biarno, por sus posesiones en el Biarno, Mixa y Xiberoa y a Teoblado I de Nabarra, por las plazas y tierras que estaban incluidas en el Reino vascón, en el año 1237, pero esto no le salva de ver como el castillo de Agramont era destruido por Simon de Montfort, conde de Leinchester. Tras la destrucción de este castillo, la casa de Agramont se asienta de manera definitiva en el castillo de Bidatxe, donde resiste a nuevos ataques patrocinados por Eduardo de Inglaterra, como el llevado a cabo por Donesan de Albret.

El rey de Navarra, Teobaldo II el Joven, es arrastrado en el año 1267 por el rey San Luís de Francia, a una nueva y peligrosa cruzada, que en un principio tenía como destino Palestina, aunque finalmente se detuvieron en Túnez, donde los cruzados sufren de disentería y peste. Entre los numerosos caballeros navarros que lucharon contra las tropas musulmanas, demostrando gran valor, se encontraba el señor de Agramont.Ya por aquel entonces, las casas de Agramont y Luxe, se encontraban enfrentadas por asuntos de territorialidad. Ambas casa partían del mismo tronco común, del vizconde de Akize. En el año1334 las casas se hallaban en una tregua por sus diferencias y querellas señoriales, la cual estaba a punto de llegar a su fin, pero la amenaza de una invasión por parte del reino de Castilla, provoca que el lugarteniente de la castellanía de Donibane Garazi entregara unas cartas del gobernador, buscando que se prorrogase la tregua entre el señor de Agramont y los señores de Luxe.En el año 1342, el señor de Agramont ponía a disposición del rey de Nabarra todas sus fortalezas, con guarniciones y armaduras, recibiendo a cambio ciertos emolumentos que le había quitado el rey por los excesos que habían cometido sus hombres en las tierras de Ultrapuertos, principalmente a sus labradores.En el año 1350, las familias de Agramont y Luxe, son las primeras en recibir donaciones a perpetuidad o hereditarias, realizadas parte del rey Carlos II de Nabarra, controlando de ese modo y de una manera casi autónoma, la tierra de vascos o Ultrapuertos. El monarca navarro, buscaba con ello solventar los problemas entre Agramont y Luxe, algo que no consiguió, ya que los enfrentamientos cada vez eran más frecuentes y continuados.

Pierre de Albret y el señor de Agramont, tras mantener numerosos enfrentamientos sangrientos por las tierras de pastoreo, firman en el año 1351, un tratado por el cual ambas casas pasan a utilizar las tierras comunales a ambos lados de sus ejes territoriales, entre las comunidades de Gixune en posesión entonces del Albret y de Bidatxe, perteneciente a la casa de Agramont.

A pesar de los cada vez más frecuentes y sangrientos enfrentamientos, los señores de Agramont y Luxe continuaron acudiendo a las llamadas realizadas por el rey de Nabarra, participando en los intentos de recuperación de las tierras vascas ocupadas por los castellanos, que antiguamente pertenecieron al Estado nabarro. Durante el reinado de Carlos II de Nabarra, el Reino vascón va sufriendo una consolidación de los diferentes ricohombres(3), familias, linajes e incluso los funcionarios van alcanzando mayores cotas de poder y tierras, claro ejemplo de estos últimos son los Peralta. A su vez en el año 1378, el rey Carlos II, protegió y consolidó a dos miembros ilegítimos de su familia, los Beaumont y los Nabarra. Carlos II de Nabarra buscó de nuevo, una paz eterna entre los Agramont y Luxe. Así en el año 1384 realiza un nuevo intento de reconciliación, haciéndoles jurar a ambos señores ante la Biblia y en el interior de una iglesia, su compromiso de paz. Un año después el señor de Agramont ratificaba el juramento, poniéndose al servicio del rey de Nabarra y contra todos los hombres del Mundo.

Los sucesivos señores de Agramont rindieron homenaje tanto a Carlos III el Noble, como a la reina Blanca I de Nabarra y al rey consorte Juan, infante de Aragón. El señor de Agramont contrae matrimonio(4) con Leonor del Biarno, en el castillo de Bidatxe, siendo ya dicho señor de Agramont, el acreedor del Reino de Navarra, tomando posteriormente, los 12.000 francos burdaleses que el príncipe de Biana le mandó por dicho matrimonio. La muerte en el año 1441 de la reina Blanca de Nabarra, no significó el inicio de la guerra civil en el Reino de Nabarra, ya que incluso existía con antelación, un prolongado enfrentamiento, desde más de un siglo antes, al menos entre las casas de Agramont y Luxe. Blanca de Nabarra en su testamento instó a su hijo Carlos, príncipe de Biana, a obtener el permiso de su padre Juan II antes de poder ser titulado como rey de Nabarra. Juan II se lo negó y Carlos de Biana lo aceptó sin provocar ningún incidente, siendo así nombrado lugarteniente del Reino Pirenaico. El enlace matrimonial del año 1451, entre el rey Juan II y la maléfica castellana Juana Enríquez, fue realmente el detonante necesario para iniciarse una guerra por el trono en el Reino de Nabarra, tras incumplimiento del contrato matrimonial, en el cual incluso el infante Juan de Aragón se comprometía a no volver a casarse y no legitimar a sus bastardos, sumado al despoje del título de lugarteniente del Reino a Carlos de Trastámara y Evreux, príncipe de Biana, desencadenó una cruenta guerra por el poder entre la nobleza nabarra, donde se dividieron entre los que apoyaron las legítimas reivindicaciones de Carlos de Biana, los Luxa, Beaumont, Góngora,…, los beaumonteses, y los que apoyaban a Juan II el Usurpador, los Agramont, Nabarra, Ezpeleta,..., los agramonteses. Estos últimos buscaban principalmente, contraponerse a las ansias de poder del conde de Lerin(5 y 6).

Durante los reinados de Leonor y Gaston Febo, el señor de Agramont mantiene su juramento a Nabarra, haciendo la guerra a los opositores beaumonteses, con especial ahínco a la casa de Luxe. Durante la invasión y ocupación española del año 1512, el señor de Agramont mantiene su lealtad a los legítimos soberanos de Nabarra, Catalina I de Foix y Juan III de Albret, como ya lo había hecho el día de su coronación en la catedral de Iruñea. En el año 1486, ocho años antes de la coronación, al señor de Agramont se le confía el gobierno de Baiona y sus castillos, siendo el cargo de alcalde de Baiona, para él y sus descendientes a perpetuidad, incluso en el año 1496, el señor de Agramont fue el gobernador de Nabarra.

La guerra de Nabarra de los años 1512 y 1530, tuvo graves consecuencias para el patrimonio del señor de Agramont. El señor de Agramont, gobernador militar de Baiona desde el año 1513, logró salir con vida de la nefasta batalla de Noain del año 1521, refugiándose al norte del Pirineo. En el año 1523, las tropas españolas atacan y destruyen Sorbes, Hastingue y se ensañan especialmente con la fortaleza de Bidatxe, donde el señor de Agramont, leal patriota navarro, resiste durante tres días en su castillo, en el cual hondeaba el estandarte rojo del Reino de Nabarra. Él junto a 300 defensores más del castillo, perecieron en las llamas del terrible incendio que provocaron los enemigos del Estado de Nabarra, los invasores españoles.

A partir del año 1524, la presión militar española en la Tierra de Ultrapuertos se va reduciendo, hasta que el año 1530, la retirada del ejército invasor es total al norte del Pirineo. Enrique II de Nabarra, mantiene intactas su intención de recuperar las tierras del sur del Pirineo, donde el asentamiento militar español era absoluto y para ello cuenta con el leal apoyo del señor de Agramont.

Juana de Albret, Princesa de Biana, encuentra en el palacio del señor de Agramont, el lugar ideal para encantarse con su enamorado Antonio de Borbón, duque de Vedôme, hasta que finalmente contraen matrimonio en el año 1548. Un matrimonio bien visto por el nuevo monarca francés, Enrique II. Como contrapartida Carlos I de España y V de Alemania, hizo coronar por sus cortes imperiales, a su hijo como rey de Navarra en la ocupada Iruñea.Tras la muerte de Enrique II el Sangüesino en el año 1555, la reina Juana III de Nabarra, junto a su amante marido, Antonio de Borbón, continúa reclamando la restitución de las tierras al sur de Pirineo, las cuales permanecían ocupadas por tropas españolas. Incluso la reina de Navarra llegó a presentarse junto a su marido y varios caballeros navarros, entre ellos el señor de Agramont, en la frontera que habían impuesto los españoles en el Pirineo(7), los cuales niegan el paso al séquito real navarro.

La reina de Nabarra realizó la modernización de los castillos medievales del Reino pirenaico, siendo el más significativo el de Bidatxe, de la familia Agramont. El señor de Agramont fue nombrado por Juana III de Nabarra como Lugarteniente General de todas las tierras del Reino de Nabarra, incluidas Biarno, Foix, Bigorre, Albret, Gabardan y Nebouzan.

Al abrazar la reina de Nabarra la reforma calvinista e impulsar el navarrismo(8), se tuvo que enfrentar al señor de Luxe, miembro de la familia de los Beaumont, partidarios de España, el cual contó con el apoyó militar de los clérigos católicos que estaban en el Reino Pirenaico y de incluso, tropas imperiales españolas. El señor de Luxe se había alzado contra la reina de Nabarra durante las guerras de religión, con el pretexto defender la religión católica. Una vez más, una reina de Nabarra contó con el mejor aliado del Reino, el señor de Agramont, que había aceptado la Reforma, al igual que la soberana nabarra.

Durante las guerras de región, el señor de Agramont lucho junto a Enrique III de Nabarra. Su lealtad fue tal, que ayudó en gran medida, a las pretensiones de Enrique el Bearnés sobre la corona de Francia. Incluso tras la muerte del señor de Agramont en el campo de batalla, su empeño hasta sus joyas para reunir y equipar a un ejército de veinte y tres mil nabarros-gascones, bearneses y vasco(ne)s-(9). Estos nabarros se reunieron en Bidatxe en septiembre del año 1582. Tras el desfile, la señora de Agramont desde la terraza del castillo envió su aliento a las tropas, con una bandera roja y amarilla(10), con la leyenda: Dios nos ayude.

Una vez que el rey de Nabarra se convierte en rey de los franceses en el año 1593, llamó a las familias que le habían ayudado a ascender al trono, siendo el señor de Agramont, colocado en un reconocimiento muy especial, titulándolo como conde de Gramont(11) en la corte de Paris, teniendo la obligación la casa de Agramont, de abrazar de nuevo el catolicismo a semejanza de Enrique III de Nabarra y IV de Francia.

El señor de Agramont y conde de Gramont, en el año 1597 está dispuesto y al mando de un contingente de varios caballeros y tropas de gascones, bearneses y vasco(ne)s, es decir de nabarros, en el paso de Behobia(12), aguardando las ordenes de iniciar la ofensiva contra los ocupantes españoles de los territorios nabarros del sur del Pirineo, del mismísimo Enrique III de Navarra y ya IV de Francia, que finalmente no llegan.

A pesar del testamento de Enrique III de Nabarra y IV de Francia(13), el conde de Gramont es partidario de la candidatura de Luis de Bourbon, XIII de Francia, para la corona de Nabarra. Así por los servicios prestados tras la muerte de el Bearnés, en beneficio de Luis de Bourbon, el conde de Gramont, es nombrado Virrey de Nabarra y Biarno en el año 1613 por la regente del reino de Francia, María de Médicis.

Luis XIII de Francia, tras disolver a sangre y fuego las Cortes nabarras de Pau y los Estado Generales de Nabarra en Donapaleu, nombra al conde de Gramont, mariscal de Francia en el año 1641 y posteriormente Luis XIV de Francia, otorga en el año 1648, el título de duque de Gramont a la antigua casa nabarra de Agramont, ya totalmente afrancesada. Incluso el mariscal de Francia y duque de Gramont, llegó a ser ministro de estado con este rey francés, asentándose en la corte francesa de Paris.

En el año 1659, el duque de Gramont, mariscal y par de Francia, soberano de Bidache, conde de Guiche y Louvigny, Virrey de Navarre y del Bearne y gobernador militar de Bayonne(14), es enviado como embajador extraordinario al reino de España, para pedir la mano de la infanta María Cristina, que acabaría siendo la mujer de Luis XIV de Francia.

NOTAS

(1) Baronía de Agramont o señorío de Agramont. En la documentación en latín aparece con el nombre de Agrimont, siendo el término Agramont una derivación de éste, realizada en romance navarro. En euskara o lingua navarrorum es Agaramunt. ENCICLOPEDIA AUÑAMENDI, Bernando Estornés Lasa. http://www.euskomedia.org/aunamendi/68325
(2) Castillo de Agramont, según el historiador Mateo de París: “Este castillo fue construido sobre una montaña casi inaccesible, rodeado de rocas que han apoyado sus puntos sobre las torres del castillo y todos los comandos de la vecindad”. En el año 1603, Felipe III de España lo incluye en un recuento de señorios navarros, realizado en la ocupada Alta Navarra y en el cual, no se olvidaba de la Tierra de Ultrapuertos. Actualmente solo encontramos en el cercano pueblo de Agramont o Gramont sus ruinas.
(3) Ricohombres, señores del Reino independiente de Nabarra, que mantenían ciertos privilegios sobre sus posesiones.
(4) Contrae matrimonio. Según una leyenda perpetua en la memoria en la zona del principado de Bidatxe, el señor de Agramont contrajo matrimonio en el año 1425 con Margarita, hermana natural o bastarda de la mismísima reina Blanca de Navarra. Según dicha leyenda, esta alianza real estaba inspirada por consideraciones políticas y fue el examen para el matrimonio de Luis II de Beaumont, con otra hermana natural de Blanca de Navarra, de nombre Juana, que supuso la creación del condado de Lerin por Carlos III. Este supuesto contrato matrimonial, también ocasionó, según la leyenda, a una mayor fuerza y prestigio a los sucesivos soberanos de Navarra, además de ofrecerle un fuerte aliado para la guerra injusta y cruel que ya amenazaba España (Castilla-León y Aragón) tras la reconquista del reino de Granada.
(5) Conde de Lerin. Mirar artículos históricos de los condes de Lerin (I, II y III) del autor de este escrito.
http://soberaniadenavarra.blogspot.com
(6) Ansias de poder del conde de Lerin. “Era este don Luis (II) de Beaumont hombre de baja estatura, pero de expresión feroz y mirada torva. De carácter colérico y desmedida ambición sólo se tenía fidelidad a si mismo Enfrentado a los reyes de Navarra, sus soberanos naturales, no dudaba en pactar con los enemigos del reino, Luis XII y Fernando el Católico, en provecho propio. Cruel y valiente, verdadero señor feudal de la guerra, era temido en todo el reino, incluso por los propios reyes cuya autoridad constantemente combatía y contestaba.”. LA MUERTE DE CESAR BORGIA; Juan Pedro Iturralde.
http://www.portalfarma.com/pfarma/taxonomia/general/gp000012.nsf/voDocumentos/B01FBD8184E02DCFC12573E00034DDA3/$File/24_borgia.pdf Los cabecillas del bando agramontés, incluido el señor de Agramont, reconocían el derecho del príncipe de Biana, Ejemplo de ello es lo que nos dice el padre Aleson; “ Don Pedro de Navarra sólo siguió el partido del Rey, no por oposición al Príncipe, sino á D. Luis (II) de Beaumont y á su casa; con ser así que hijo y padre estuvieran más inclinados al Príncipe que al Rey»; de Mosen Pierres de Peralta, otro de los cabecillas agramonteses, se cuenta que una vez dijo al príncipe de Biana: «Señor: Sepa V. A. que os conocemos por nuestro Rey y Señor, como es razón, pero si ha de ser para que el Condestable y su hermano nos persigan. ..... etc., etc.». LOS ANNALES DEL REYNO DE NAVARRA; Moret y Aleson, 1980.
(7) De esta acción llevada a cabo por los reyes de Nabarra y el señor de Agramont, surgió una leyenda en los valles ocupados por los invasores españoles más próximos a la frontera impuesta con el Reino soberano de Nabarra. Concretamente tuvo lugar en los valles colindantes a la selva de Iratí-el de Aezkoa y el de Zaraitzu-donde comenzó a ser escuchada una auténtica leyenda patriótica, entorno a la legítima reina de Nabarra, Juana III de Albret, la cual siguió siendo transmitida de boca en boca, alcanzando los valles próximos, en un primer lugar y extendiéndose por el resto del territorio de nuestro Estado, hasta la actualidad y dice así: “En los días de niebla, las personas que se introducen sin temor el la selva de Irati, si prestan un pelín de atención, podrán ver la majestuosa figura de la reina Juana III de Nabarra, la cual está acompañada por al menos, cien leales caballeros nabarros; valientes y patriotas, que se disponen seguros de ello, a recuperar todas las tierra pertenecientes al Estado de Nabarra del sur de los Pirineos, donde aún día, el pueblo nabarro se encuentra esclavo por la ocupación y la represión de las tropas invasoras españolas”.
(8) Navarrismo, es un movimiento iniciado durante el periodo de mayor esplendor cultural, nunca antes vivido en el Estado de Nabarra, concretamente en la Nabarra ultrapirenaica o soberana del siglo XVI, bajo el manto luminoso del renacimiento humanista y realizando una adecuación propia de la reforma calvinista, solo comparable según el historiador Jon Oria, al anglicanismo existente en el reino de Inglaterra. Hoy, el Navarrismo correcto y auténtico esta basado en una defensa a ultranza de la soberanía y libertad del Estado de Nabarra, unido a una defensa de las diferentes culturas y lenguas de los pueblos que forman la nación nabarra, incentivando la cultura y lengua primogénita, que no es otra que la vascona y sin rechazar nunca los avances positivos que pueda traer la modernidad.
(9) Es la cifra dada por los historiadores de la época, aunque los historiadores de la actualidad la consideran exagerada.
(10) Rojo o gules del Estado de Nabarra y amarillo u oro de la casa de Agramont.
(11) Conde de Gramont; Esta titulación ya era usada en el Reino de Nabarra, la propia reina Juana de Albret, III de Nabarra, utiliza esta titulación nobiliaria en la Cédula del 13 de noviembre de 1565, donde da su aprobación de la gestión económica realizada por el señor de Agramont, Lugarteniente General y Regente del reino de Nabarra, clave para las arcas reales existentes en Pau: “(…) querido y amado primo, Antoine, conde de Gramont, soberano de Bidache(…). Esto es debido al entroncamiento de la casa de Agramont y la de Guiche o Gixune. Estos últimos poseían el título de conde, otorgado por Carlos IX de Francia en 1543.
(12)LA PÓLVORA DE SAN JUAN, ALARDES Y MILICIAS EN TOLOSA, 1456-1876; Carlos Rivola Gericó, 2008.
http://www.tolosakoudala.net/eu/ficheros/1_4445eu.pdf
(13) El testamento de Enrique III de Nabarra y IV de Francia, está en los archivos de Versalles. En él, el Bearnés deja bien claro que el Reino de Nabarra es de sus mayores y lo diferencia en el mismo, yendo la sucesión legítima a Isabel de Albret y Foix, hermana de Enrique II el Sangüesino. Información facilitada por Valentín Ciaurriz, jefe del gabinete de protocolo y prensa, de la Casa Real de Nabarra.
(14) Gobernador militar de Bayonne y su región, este título es conservado por el duque de Gramont hasta la revolución francesa del año 1789. En el año 1633, los habitantes de Baiona habían comprado al conde de Gramont la alcaldía por 24.000 libras.

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